14 de abril, Día Mundial de la Enfermedad de Chagas
El Día Mundial de la Enfermedad de Chagas, también conocida como “enfermedad silenciosa”, se celebra el 14 de abril para concientizar sobre esta enfermedad que a menudo muestra un curso clínico asintomático, por lo que se estima que el 70% de los afectados no lo sabe.
El Chagas es una enfermedad parasitaria potencialmente mortal causada por el microorganismo Trypanosoma cruzi. Se transmite al ser humano por insectos – conocidos como vinchucas, chinches o chirimachas-, por transfusión sanguínea o trasplante de órganos, por consumir alimentos contaminados, y durante la gestación y el trabajo de parto.
El Chagas es casi 100% curable si se trata en su etapa aguda inicial.
Sin tratamiento, este padecimiento puede provocar graves alteraciones cardíacas y digestivas y volverse fatal, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Debido a su carácter silencioso, menos del 10% de los infectados con la enfermedad de Chagas recibe anualmente un diagnóstico oportuno, y, por ende, un tratamiento efectivo en México, Centroamérica y América del Sur, donde la enfermedad afecta a entre 6 y 8 millones de personas que viven, en su mayoría, en áreas con transmisión vectorial y en situación de pobreza.
La sensibilización sobre la enfermedad es fundamental para mejorar las tasas de tratamiento y curación precoces, junto con la interrupción de su transmisión.
El Día Mundial de la Enfermedad de Chagas se celebró por primera vez en 2020, tras la aprobación y el respaldo recibido por la Asamblea Mundial de la Salud en la OMS en mayo de 2019.
Este Día Mundial es una oportunidad para visibilizar el Chagas y redoblar las acciones para prevenirlo, detectarlo, tratarlo y cortar la cadena de transmisión.
De los 21 países de la región donde el Chagas es endémico, 17 han logrado interrumpir a nivel nacional o subnacional la transmisión vectorial en las viviendas. Además, las muertes anuales se han reducido de un estimado de 45.000 en 1990 a 10.000 en la actualidad, y la población expuesta a estos insectos ha bajado de alrededor de 100 a 70 millones en los últimos 30 años.
Entre el 2 y 8% de las embarazadas infectadas con Chagas puede transmitirla a su bebé.
Con alrededor de 8 mil bebés que nacen con Chagas cada año en la región, la transmisión maternoinfantil es ahora la principal vía de infección y diseminación en los países que han controlado la transmisión vectorial, mejorado sus estándares de vivienda y aplicado el tamizaje universal en bancos de sangre.
El Chagas ha viajado de los ámbitos rurales a los urbanos y ha cruzado las fronteras de América Latina con las migraciones humanas hacia países y continentes que desconocen la enfermedad y donde la transmisión ocurre por vía transfusional o congénita, afectando a miles de personas.
Se calcula que a largo plazo hasta un 30% de los enfermos crónicos puede desarrollar complicaciones, las que a su vez pueden tener consecuencias irreversibles y crónicas para el aparato digestivo y el corazón. Sin embargo, detectada a tiempo y en su fase inicial, la enfermedad puede curarse o mejorar su evolución clínica. En la fase crónica, el tratamiento puede frenar o retrasar su progreso.