2 de mayo, Día Mundial del Atún
Hoy se celebra el Día Mundial del Atún, uno de los peces más amenazados por el exceso de demanda, debido a su éxito nutricional, ya que es rico en Omega-3, contiene minerales, proteínas y vitamina B12.
El atún representa aproximadamente el 20% del valor total de la pesca marítima y el 8% del comercio total de productos marinos.
La FAO advierte desde años de la alta demanda del atún y de que persiste un exceso de capacidades de las flotas pesqueras. Por otra parte, como resultado de la sobrepesca, han disminuido las reservas, lo que hace necesario un marco de evaluación legítimo reflejado en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Sin embargo, desde que la ONU designó el 2 de mayo como el Día Mundial del Atún hace 9 años para reivindicar su pesca responsable, se han logrado avances significativos.
La festividad de este día destaca la importancia de una gestión pesquera sostenible y de conservación de manera que se evite la reducción peligrosa del atún.
En 2017, solo el 75% de las capturas procedían de poblaciones de atún libres de sobrepesca; hoy, esa cifra ha aumentado a más del 90%. Por ejemplo, el atún rojo del Atlántico, antes ausente, es ahora común en el sur de Inglaterra e Irlanda.
Esta recuperación se debe a los esfuerzos coordinados de los gobiernos a través de las cinco organizaciones regionales de ordenación pesquera del atún, con el apoyo del Programa Océanos Comunes liderado por la FAO. Su éxito se basa en la adopción de reglas y procedimientos acordados por científicos, gestores y pescadores antes de iniciar la actividad pesquera.
Mantener el optimismo, pero también la vigilancia
La positividad que reflejan los últimos datos en cuanto a la pesca sostenible del atún no significa que haya que bajar la guardia con respecto a este pez tan nutritivo, indicó Naciones Unidas.
El Acuerdo de la ONU para proteger la biodiversidad marina en aguas internacionales de 2023 -conocido como el Tratado de alta mar- refleja el creciente esfuerzo por proteger la biodiversidad marina, pero aún existen desafíos, consideró.
Por ejemplo, expuso, el cambio climático afecta la reproducción del atún y lo empuja mar adentro, lo que aumenta los costos de la pesca y amenaza los medios de vida en comunidades costeras, muchas de ellas ya de por sí empobrecidas.
Evitar que aves marinas, tiburones, ballenas y tortugas queden atrapados por accidente en redes y anzuelos sigue siendo un reto permanente. Muchas especies de albatros —símbolos del océano— están en peligro de extinción, en gran medida por quedar enganchadas en los anzuelos de pesca, aunque no es la única causa.
Una continua cooperación global es clave para lograr pesquerías de atún verdaderamente sostenibles que estén preparadas parar los desafíos que se avecinan, concluyó.