2025 Año Internacional de la Preservación de los Glaciares: OMM

2025 Año Internacional de la Preservación de los Glaciares: OMM

La UNESCO y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) lanzaron oficialmente este 21 de enero el Año Internacional de la Preservación de los Glaciares, marcando un hito crucial en los esfuerzos globales para proteger estas torres de agua esenciales que proporcionan agua dulce a más de 2 mil millones de personas en todo el mundo.

A través de actividades y eventos a desarrollarse durante 2025 buscarán crear conciencia global sobre el papel crítico de los glaciares en el sistema climático y el ciclo hidrológico, al mismo tiempo que abordarán los desafíos urgentes que plantea el acelerado derretimiento de los glaciares.

Un momento crítico para la criosfera de la Tierra

Más de 275.000 glaciares en todo el mundo cubren aproximadamente 700.000 Kilómetros cuadrados (km²). Los glaciares y las capas de hielo almacenan alrededor del 70 % del agua dulce mundial. Sin embargo, estas formaciones de hielo están retrocediendo rápidamente debido al cambio climático.

La preservación de estos recursos cruciales es esencial no sólo para la sostenibilidad ambiental, sino también para la estabilidad económica y la salvaguardia de los servicios culturales y los medios de vida.

La secretaria General de la OMM, Celeste Saulo, dijo que este organismo “confirmó recientemente que 2024 fue el año más cálido registrado y ha emitido repetidas Alertas Rojas sobre el estado de nuestro clima, incluido el retroceso de los glaciares.

En 2023, los glaciares sufrieron la mayor pérdida de masa en las cinco décadas de registro. Fue el segundo año consecutivo en el que todas las regiones del mundo con glaciares informaron pérdida de hielo.

El derretimiento del hielo y los glaciares amenaza la seguridad hídrica a largo plazo de muchos millones de personas. Este año internacional debe ser una llamada de atención para el mundo”, anotó.

Iniciativas clave e impacto global

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Año Internacional de la Preservación de los Glaciares en diciembre de 2022 y estableció el 21 de marzo como el Día Mundial anual de los Glaciares.

Esta medida también busca aumentar la conciencia sobre el papel vital que desempeñan los glaciares, la nieve y el hielo en el sistema climático y el ciclo hidrológico, así como los impactos de gran alcance del rápido derretimiento de los glaciares y sus impactos en las economías y comunidades.

La UNESCO y la OMM lideran el Año Internacional de la Preservación de los Glaciares y coordinarán los esfuerzos internacionales apoyados por más de 75 organizaciones internacionales y 35 países. La OMM organizó el evento de lanzamiento en su sede el 21 de enero.

“Confiamos en que esta iniciativa movilizará a la comunidad global, inspirará acciones e impulsará las políticas y soluciones necesarias para proteger estos invaluables recursos naturales”, afirmó Bahodur Sheralizoda, presidente del Comité para la Protección Ambiental de Tayikistán, que jugó un papel decisivo en la declaración del año.

La iniciativa se centra en varias áreas críticas:

Ampliar los sistemas globales de monitoreo de glaciares para mejorar la recopilación y el análisis de datos

Desarrollar sistemas de alerta temprana para peligros relacionados con los glaciares

Promoción de la gestión sostenible de los recursos hídricos en regiones dependientes de los glaciares

Preservar el patrimonio cultural y los conocimientos tradicionales relacionados con los entornos glaciares.

Involucrar a los jóvenes en los esfuerzos de preservación de los glaciares y la acción climática.

Peligros a corto plazo, pérdidas a largo plazo

A menudo se hace referencia a los glaciares como las “torres de agua del mundo” porque las cuencas fluviales con nacientes en las montañas suministran agua dulce a más de la mitad de la humanidad, incluso en la región del Himalaya-Hindu Kush y la meseta tibetana, conocida como el Tercer Polo.

El derretimiento de los glaciares, la nieve y el hielo se traduce en un aumento a corto plazo de los deslizamientos de tierra, avalanchas, inundaciones y sequías y en una amenaza a largo plazo a la seguridad del suministro de agua para miles de millones de personas.

“A los glaciares no les importa si creemos en la ciencia: simplemente se derriten con el calor para que todos los vean”, dijo John Pomeroy, copresidente del Consejo Asesor y profesor de la Universidad de Saskatchewan.

“Nuestra “agua congelada” ha actuado como millones de pequeñas represas, reteniendo el agua hasta que la nieve o los glaciares se derriten, justo cuando la necesitábamos.  Más de 2 mil millones de personas dependen de la nieve y el hielo de las montañas para reponer sus ríos, lagos y aguas subterráneas para sustentar los ecosistemas, la agricultura, la energía, la industria y el agua potable. Todo esto está ahora en riesgo a medida que el calentamiento global provoca el rápido retroceso de los glaciares, inundaciones por desbordamiento de lagos glaciares, sequías de nieve, pérdida de hielo marino, aumento del nivel del mar, deshielo del permafrost e incendios forestales”, afirmó.

Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, se prevé que los glaciares sigan disminuyendo en casi todas las regiones del mundo a lo largo del siglo XXI.

A medida que los glaciares de montaña retroceden, también están alterando la disponibilidad y la calidad del agua río abajo, con implicaciones para los ecosistemas acuáticos y muchos sectores como la agricultura y la energía hidroeléctrica.

Patrimonio científico y generaciones futuras

Los glaciares contienen archivos irremplazables de la historia humana, ambiental y climática, preservando registros cruciales del pasado de la Tierra dentro de su antiguo hielo.

Estas cápsulas del tiempo congeladas proporcionan a los científicos datos invaluables sobre patrones climáticos históricos, composición atmosférica e incluso actividad humana a lo largo de miles de años.

Su desaparición amenaza no sólo la seguridad hídrica, sino que también resulta en la pérdida de ecosistemas y biodiversidad únicos que han evolucionado en estos entornos especializados.

Para los pueblos indígenas de Asia, América Latina, el Pacífico y África Oriental, los glaciares tienen un profundo significado cultural y espiritual, y a menudo se los considera espacios sagrados y morada de deidades.

La pérdida de estas formaciones de hielo significaría la desaparición irreversible de sitios centrales para el patrimonio cultural y las prácticas espirituales que han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

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