ONU pide al Congreso de la OMM fortalecer las alertas tempranas y la acción climática
Ningún país está a salvo de los devastadores efectos del clima extremo, indicó António Guterres, secretario General de las Naciones Unidas, al instar a la Organización Meteorológica Mundial (OMM) a una rápida expansión de los sistemas de alerta temprana para proteger vidas y economías.
En el marco del 75 aniversario de la OMM como organismo especializado de la ONU, Guterres anotó que “sin sus rigurosos modelos y pronósticos, no sabríamos qué nos espera ni cómo prepararnos para ello”.
“Sin su monitoreo a largo plazo, no nos beneficiaríamos de las alertas y la orientación que protegen a las comunidades y ahorran millones de vidas y miles de millones de dólares cada año”, añadió.
El Congreso Extraordinario de la OMM, compuesta por 193 Miembros, marca el 75 aniversario de la organización y el ecuador de la Iniciativa de Alertas Tempranas para Todos, lanzada por Guterres en 2022 para garantizar que todos los habitantes del planeta cuenten con alertas anticipadas que salvan vidas para finales de 2027.
Por su parte, el secretario General de la OMM, Celeste Saulo, emitió un llamamiento a la acción urgente para acelerar el progreso hacia el logro de este objetivo.
“Nos reunimos en un momento en que nuestra misión nunca ha sido más urgente. Sin embargo, este no es solo un momento de desafíos, sino también un momento de gran oportunidad para aprovechar la información climática y los avances tecnológicos para construir un futuro más resiliente para todos”, afirmó.
Recalcó la importancia de ampliar las alertas tempranas multirriesgo y los pronósticos basados en el impacto; empoderar a los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales; ampliar las redes de observación y el intercambio de datos; y ampliar la cobertura, tanto para los socios como para los beneficiarios.
“No debemos dejar a nadie atrás”, afirmó.
Cada dólar invertido puede generar un ahorro de hasta quince dólares en la reducción del impacto de los desastres, según el Llamado a la Acción. Este afirma que las bases son claras: intercambio de datos libre y abierto, financiación sostenible, adhesión a las normas internacionales y cooperación científica coordinada, recordó.
En los últimos 50 años, los peligros meteorológicos, hídricos y climáticos se han cobrado más de dos millones de vidas, y el 90 % de estas muertes se han producido en países en desarrollo.
Los costos e impactos económicos se disparan a medida que las condiciones meteorológicas se vuelven más extremas, concluyó.


