“Compensación ambiental, factor para garantizar proyectos viables”: Nación Verde
“La compensación ambiental se ha convertido en un factor clave para garantizar proyectos viables, responsables y alineados con el marco legal que generen acciones de restauración y sostenibilidad”, aseguró la organización Nación Verde -establecida en Tijuana- a través de un comunicado.
En dicho boletín informativo, Octavio López Coronel, director general de Nación Verde, refirió que la legislación mexicana establece las obligaciones de compensar los impactos generados por actividades como el cambio de uso de suelo, la afectación a ecosistemas, la eliminación de vegetación o el incremento de emisiones derivadas del desarrollo urbano e industrial.
También, señaló que estas disposiciones no buscan frenar el crecimiento económico, sino equilibrarlo mediante acciones que generen beneficios ambientales equivalentes o superiores al daño ocasionado, a través de restauración ecológica, reforestación con especies nativas, recuperación de funciones hidrológicas y reducción efectiva de emisiones.
“La compensación ambiental bien diseñada permite transformar el impacto de un proyecto en acciones reales de restauración y resiliencia ambiental, generando beneficios tangibles para el territorio y certeza jurídica para las empresas”, expresó López Coronel.
Indicó que, además del marco legal, la tendencia regulatoria y los mercados internacionales demandan cada vez mayor trazabilidad y resultados comprobables en materia ambiental, lo que ha convertido a la compensación en un factor clave de competitividad, reputación y gestión de riesgos para empresas con criterios ESG.
Entre las principales soluciones destacó los proyectos de captura de carbono, los esquemas agua-positivos y la infraestructura verde urbana, los cuales permiten restaurar ecosistemas, mejorar la infiltración del agua, reducir el efecto de isla de calor y fortalecer la biodiversidad dentro de las ciudades.
Finalmente, Octavio López reiteró que la compensación ambiental no debe entenderse como un trámite o un costo, sino como una decisión estratégica que permite a las organizaciones construir un legado ambiental positivo, alineado con el desarrollo sostenible y las necesidades actuales del país.


