Atención universal de salud, pone en riesgo la atención médica y las pensiones de los mexicanos

Atención universal de salud, pone en riesgo la atención médica y las pensiones de los mexicanos

La nueva reforma a la Ley General de Salud, que obliga a unificar los servicios de salud como el IMSS o ISSSTE, se traducirá en cirugías postergadas, escasez de medicamentos, mayor agotamiento para el personal médico y pone en riesgo las pensiones de los trabajadores, señaló el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba.

El secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, calificó esta estrategia de “intercambio de servicios” como una “universalización de la irresponsabilidad” que tiene como único objetivo trasladar el fracaso del IMSS-Bienestar a las instituciones que aún funcionan gracias a las cuotas de los trabajadores, es decir, el IMSS y el ISSSTE.

Añadió que es una medida irresponsable y vacía, ya que fue aprobada por Morena esta semana, sin incrementar un solo peso el presupuesto destinado al sector salud para cumplir con la universalización y unificación de salud que promete.

Sin un presupuesto adicional, el IMSS y el ISSSTE tendrán que absorber a millones de mexicanos sin seguridad social, los que debería atender el IMSS-Bienestar, pero sin contar con recursos para aumentar el número de médicos, enfermeras, camas de hospital, ni invertir en nuevo equipo o infraestructura, advirtió el legislador panista.

La consecuencia directa, anotó, será una saturación masiva del IMSS y del ISSSTE. Los hospitales, que ya hoy operan al límite, se verán obligados a atender a más población con los mismos recursos escasos. Esto se traducirá en:

Cirugías pospuestas, las listas de espera para operaciones y consultas con especialistas se incrementarán.

Personal médico exhausto, los profesionales de la salud enfrentarán cargas de trabajo inhumanas, lo que compromete la calidad y la seguridad de la atención.

Escasez de medicamentos agravada, habrá una presión crítica sobre los almacenes de medicamentos, que hoy ya están vacíos en muchas partes del país.

Además, el riesgo más grave, señaló el diputado, es que la reforma pone en la mira las reservas financieras de los trabajadores.

“La presidenta (Claudia Sheinbaum) y Morena pretenden que el IMSS y el ISSSTE utilicen las reservas financieras de sus trabajadores para cubrir el costo de estos nuevos convenios de intercambio. Esas reservas son el dinero que garantiza las pensiones y prestaciones futuras”, expuso Ramírez Barba.

Agregó que esta medida ya se vivió con la desaparición del Programa IMSS-Bienestar (COPLAMAR), cuando 11 millones de usuarios fueron transferidos al IMSS ordinario con cargo a las reservas de los derechohabientes.

“No podemos permitir que se ponga en riesgo la solvencia futura de la seguridad social”, indicó.

El legislador acusó que esta crisis “es resultado directo de la pésima administración del sistema de salud por parte del gobierno actual: los gobiernos de Morena eliminaron el Seguro Popular el mecanismo de la ‘cuota social’, que aseguraba recursos por cada persona sin seguridad social”.

Como muestra, subrayó que, en 2012, el país invertía 6 mil 273 pesos por persona sin seguridad social y para 2025, esta cifra cayó a 4 mil 490 pesos.

“Este retroceso de más del 28% es la causa de que 24 millones de mexicanos se hayan quedado sin acceso a servicios de salud”, precisó.

La supuesta “unificación de los sistemas de salud” surge ante la incapacidad del IMSS-Bienestar para operar con calidad, como lo demuestra el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío (HRAEB), administrado por el propio IMSS-Bienestar, que funciona apenas al 30% de su capacidad. Esto satura a los hospitales estatales de Guanajuato, Aguascalientes y Jalisco, que no están controlados por la federación, a donde la gente acude escapando de los servicios de salud federales, apuntó.

El diputado federal exigió que Morena rectifique y acepte las propuestas de la oposición para garantizar la viabilidad del sistema:

Prohibir de forma terminante que se utilicen las reservas financieras del IMSS y del ISSSTE para pagar estos nuevos convenios de intercambio de servicios.

Establecer un plazo de 180 días para que la Secretaría de Salud emita Reglas de Operación claras, que incluyan la estimación de la demanda de pacientes y, sobre todo, definan los costos unitarios, es decir, cuánto cuesta cada servicio médico y cómo se pagará entre las instituciones. Sin este plan, el sistema colapsará o generará déficits insostenibles, adelantó.

Permitir que los recursos del Fondo de Salud para el Bienestar se usen en el IMSS o el ISSSTE, no solamente en el IMSS-Bienestar, para atender enfermedades de alto costo, garantizando la continuidad de tratamientos críticos para los pacientes sin seguridad social.

El legislador consideró oportuno establecer la posibilidad de que las entidades no adheridas al IMSS-Bienestar tengan la posibilidad de incorporarse al modelo de intercambio de servicios mediante convenios específicos.

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