Clausuran negocio de frituras por derrame de grasa en alcantarilla

Clausuran negocio de frituras por derrame de grasa en alcantarilla

Por Isabel Mercado

Protección Civil clausuró un negocio de elaboración de frituras de harina denominado Chamukín, después del derrame de grasa que se registró en la calle Misión de San Luis, en la colonia Capistrano de Tijuana.

Desde hace varios meses, todos los locatarios de refaccionarias y talleres mecánicos, principales negocios ubicados en esa vialidad, señalan haber reportado ante la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), el taponamiento de sus sistemas de drenaje.

De los múltiples reportes, sólo en una ocasión fueron atendidos. “Fue hace cuatro meses, cuando se tapó el drenaje y vinieron y lo destaparon, pero no investigaron la fuente del problema”, compartió a Ojo Clínico News Francisco Avélica, uno de los comerciantes del lugar.

El problema del sistema de drenaje tapado persistió, por lo que los locatarios han tenido que, por cuenta propia, destapar los registros sanitarios de sus negocios; al hacerlo los han encontrado cubiertos de grasa,

Sin una solución de fondo, el problema escaló al punto que la mañana de este lunes 2 de diciembre la grasa se desbordó por una de las alcantarillas ubicadas a mitad de la calle, situada a un costado del bulevar Insurgentes.

Ante el peligro y contaminación que representaba el derrame de grasa en plena vialidad, demandaron la presencia de Protección Civil y bomberos. Esta vez sí fueron escuchados.

La tarde del mismo lunes las autoridades realizaron un lavado de drenaje, lo que derivó que la calle se mantuviera cerrada durante mediodía, con las pérdidas económicas que eso representa para los comerciantes, señaló Francisco Avélica.

El aspecto de la grasa hizo prever a las autoridades que su origen proviene del negocio de frituras Chamukín, situado en esa misma vialidad, por lo que Protección Civil procedió a su clausura, mientras se realizan las investigaciones correspondientes para deslindar responsabilidades.

Los sellos de clausura se observan en las puertas del negocio que carece de rótulos.

En entrevista con algunas empleadas del establecimiento, quienes pidieron el anonimato, éstas aseguraron que la grasa con la que se fríen las frituras de harina se guarda en galones y cada lunes es entregada a un recolector.

Inconformes por quedarse sin trabajo mientras se mantiene la clausura, demandaron a las autoridades investigar los talleres mecánicos de la zona, los cuales, sostuvieron, vierten grasa en las alcantarillas.

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