Clausuran recicladora de aceite en Culiacán por manejo inadecuado de residuos peligrosos
La empresa Aceites y Reciclados del Pacífico, ubicada en el Ejido Los Huizaches, municipio de Culiacán, Sinaloa, fue objeto de clausura por derrames, manejo inadecuado de residuos peligrosos y riesgos ambientales.
Luego de atender una denuncia ciudadana y confirmar la presencia de residuos, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aplicó la clausura, como una medida para detener de inmediato las actividades que estaban generando contaminación y para iniciar el proceso de remediación del sitio afectado.
El 3 de noviembre se recibió una denuncia en la que se reportaba la presencia de numerosos tanques metálicos y cisternas presuntamente utilizados para almacenar hidrocarburos, además de grandes charcos y derrames de líquidos oscuros a cielo abierto, sin medidas de control ambiental, informó la dependencia.
También se informó la presencia de vapores y olores intensos perceptibles desde la carretera, así como síntomas de irritación en personas que transitaban por la zona.
En atención a los hechos reportados, el pasado 14 de noviembre personal de inspección de Profepa acudió al sitio señalado, donde se constató la operación de la empresa Aceites y Reciclados del Pacífico.
Dentro del predio se encontró una planta recicladora de aceite que utiliza un proceso químico de clarificación para obtener aditivos para combustibles y elaborar asfalto base a partir de aceites minerales y vegetales usados.
Durante la diligencia se observó la existencia de 22 contenedores metálicos tipo férreo, 24 silos elevados (estructuras para almacenamiento), un área de carga y descarga de aceites, oficinas administrativas y un área de reproceso que no cuenta con geomembrana, permitiendo la filtración de residuos peligrosos directamente al suelo natural.
En esta zona se encontraron montículos de tierra mezclados con aceites lubricantes minerales y vegetales, así como charcos asentados directamente sobre terreno natural.
El personal de inspección también detectó tres contenedores con aproximadamente 90,000 litros de aceite lubricante usado, considerado residuo peligroso, y un contenedor adicional con 30,000 litros de aditivo para gasolina o diésel.
Además, se localizaron alrededor de 800 sacos de tierra aclarante y 180 sacos de sosa escamosa, ambos materiales empleados en el proceso químico de clarificación.
La empresa no presentó la documentación que ampara el manejo de los residuos ni las autorizaciones correspondientes.
Ante el riesgo ambiental identificado, Profepa impuso la clausura total de las instalaciones, maquinaria, equipo y del proceso químico asociado, medida necesaria para detener cualquier actividad que pudiera agravar la contaminación del sitio.
La Profepa inició el procedimiento administrativo correspondiente para determinar sanciones y establecer las acciones de remediación que deberá cumplir el responsable.
La Procuraduría sostuvo que continuará supervisando este caso para garantizar la reparación del daño.



