DANA, ejemplo de los fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes
La DANA (depresión aislada en niveles altos) dejo en unas horas el equivalente a un año de precipitaciones, arrasando varias comunidades de España, principalmente Valencia, en dónde causó más de 200 muertes y este lunes afecta la región de Cataluña, por lo que se califica como uno de los peores desastres naturales que ha devastado ese país en las últimas décadas.
Las lluvias sin precedentes iniciaron la madrugada del 29 de octubre en Valencia, en donde el número de personas desaparecidas aún es indeterminado de desaparecidos, daños graves a la infraestructura y pérdidas económicas masivas.
Hasta el momento, la región de Valencia fue la más afectada, al recibir una precipitación pluvial de más de 300 litros por metro cuadrado (L/m²). Los días 29 y 30 de octubre, una estación meteorológica de Chiva recibió 491 L/m² en sólo ocho horas la cantidad de agua que recibe al año de precipitaciones, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), reportó la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Las imágenes mostraban a personas arrastradas en coches y furiosos torrentes de agua mortales. Decenas de miles de valencianos se quedaron sin electricidad y el transporte quedó interrumpido. El gobierno español declaró tres días de luto nacional.
El 1 de noviembre se decretó la alerta roja máxima para la provincia de Huelva, en el extremo suroeste de España, que también se ha visto afectada por lluvias torrenciales. Cartaya, por ejemplo, recibió 117 l/m² en menos de 3 horas, 70 de ellos en una sola hora.
El aeropuerto de Jerez, en el suroeste de España, recibió el 30 de octubre el récord de 114,8 mm de lluvia en 24 horas.
Se ha decretado una alerta de segundo nivel para el este de España, incluida la zona de Valencia.
Las lluvias generadas por la DANA se extendieron este lunes 4 de noviembre a la región de Cataluña provocando inundaciones repentinas en ciudades como Barcelona y Tarragona
Otras partes de Europa también se han visto gravemente afectadas por las inundaciones este año. A mediados de septiembre de 2024, una región muy extensa de Europa Central experimentó lluvias muy intensas, batiendo récords de precipitaciones locales y nacionales.
El papel del cambio climático
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, los fenómenos meteorológicos extremos que provocan inundaciones y sequías de gran impacto son cada vez más probables y graves debido al cambio climático antropogénico.
“Como consecuencia del aumento de las temperaturas, el ciclo hidrológico se ha acelerado. También se ha vuelto más errático e impredecible, y nos enfrentamos a problemas crecientes de exceso o escasez de agua. Una atmósfera más cálida retiene más humedad, lo que favorece las lluvias torrenciales”, declaró Celeste Saulo, secretaria General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Las lluvias que han asolado España son las últimas de una serie de catástrofes por inundaciones que habían afectado a comunidades de todo el mundo, advirtió Clare Nullis, portavoz de la (OMM).
Nullis indicó que el cambio climático está alimentando las condiciones meteorológicas extremas.
“Es probable que se produzcan más devastaciones como la de Valencia de esta semana”, destacó.
El responsable de Vigilancia del Clima de la OMM, Omar Baddour, explicó durante una conferencia en Ginebra que el fenómeno de la DANA que ha afectado España es muy común en el Mediterráneo y ocurre casi todos los años. Pero este episodio ha sido de “extrema gravedad”.
“Se espera que el cambio climático produzca que estos sistemas sean más intensos y frecuentes debido al calentamiento de las aguas del mar y al aumento de la humedad en la atmósfera. Cada fracción adicional de calentamiento aumenta el contenido de humedad atmosférica, lo que a su vez incrementa el riesgo de que se produzcan precipitaciones extremas”, dijo.
“La presencia del aire cálido cerca de la superficie alimentado por el exceso de humedad del mar Mediterráneo, aún caliente, y la inestabilidad generada por el conflicto con el aire frío de la atmósfera superior dan lugar a grandes nubes convectivas con fuertes aguaceros y repentinas inundaciones”, explicó.
Se prevé que el cambio climático haga que estos sistemas sean más intensos debido al calentamiento de las aguas del mar y al aumento de la humedad en la atmósfera, añadió.
Por cada 1ºC de calentamiento, el aire saturado contiene un 7% más de vapor de agua por término medio. Por tanto, cada fracción adicional de calentamiento aumenta el contenido de humedad atmosférica, lo que a su vez incrementa el riesgo de que se produzcan precipitaciones extremas.