Desmantelaron aserradero ilegal en Bosque de Agua y detuvieron a dos personas
Autoridades desmantelaron un aserradero clandestino que operaba sin autorización en el Bosque de Agua, en el municipio de Huitzilac, Morelos, zona en la que lograron detener a dos personas.
Elementos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en coordinación con elementos de la Guardia Nacional, llevó a cabo dos acciones en la zona conocida como Bosque de Agua, en donde también logró el aseguramiento de maquinaria, un tractocamión y madera motoaserrada.
El pasado 12 de agosto, durante un operativo de revisión sobre la carretera federal México–Cuernavaca, en la localidad de Tres Marías, elementos de la Guardia Nacional detuvieron un tractocamión que transportaba tablones y morillos de oyamel sin que pudieran acreditar su legal procedencia. El vehículo y su carga fueron puestos a disposición de las autoridades, así como al operador y acompañante del vehículo.
Posteriormente, personal de la Profepa constató que el vehículo traía 125 piezas de madera motoaserrada de oyamel en estado físico verde, los cuales cubican un volumen total de 12.04 m3, así como, 36 piezas de morillos, sin corteza también estado físico verde, los cuales cubican un volumen total de 0.81 m3.

La madera motoaserrada es una evidencia física que determina que la madera proviene de actividades de tala ilegal, pues confirma que la madera es procesada con el uso de motosierras en el sitio de corte.
Ese mismo 12 de agosto se inspeccionó un aserradero que operaba sin autorización a un costado de la carretera México–Cuernavaca. En el lugar se aseguró maquinaria de aserrío y se colocaron sellos de clausura, desmantelando así su operación ilegal.
La maquinaria asegurada consiste en una torre de aserrío, un motor trifásico, un carro de empuje de dos escuadras de 1.45 metros de largo de ancho 70 cm, dos rieles metálicos de 5 metros, y una sierra de banco con motor trifásico.
El Bosque de Agua es una región estratégica que abarca parte de Morelos, el Estado de México y sur de la Ciudad de México, vital para la recarga de acuíferos, la regulación del clima y el suministro de agua a millones de personas.
Huitzilac, en particular, es considerado un punto crítico por la alta incidencia de tala clandestina vinculada a grupos delictivos.
