Ley de Economía Circular pone en riesgo salud de personas y ecosistemas: Greenpeace
A pesar del rechazo de organizaciones ambientales y sociales, la Cámara de Diputados aprobó la nueva Ley General de Economía Circular, la cual abre la puerta a riesgos ambientales, sanitarios y de gobernanza, señaló Greenpeace México.
La iniciativa fue aprobada por unanimidad con 460 votos a favor el miércoles 10 de diciembre, para ser turnada al Senado para su revisión.
La aprobación ocurrió en menos de dos semanas, en fast track y con el respaldo de todas las bancadas, pero sin un proceso amplio y transparente de discusión y socialización con los diferentes sectores de la población, agregó la organización ambientalista.
Afuera de San Lázaro, en la víspera de la discusión, colectivos protestaron para denunciar que la ley fue construida principalmente entre autoridades e industria, dejando fuera a comunidades, sociedad civil y especialistas independientes, pasando por encima del Acuerdo de Escazú que obliga a garantizar la participación ciudadana en decisiones ambientales.
Uno de los principales focos de alarma es la inclusión de la termovalorización: la quema de residuos para generar energía, lo cual es altamente perjudicial para la salud, sector en el que no hay una supervisión obligatoria ni salvaguardas.
Además de que la ley crea distintivos, registros e incentivos fiscales para las empresas y la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) está sujeta a acuerdos graduales y flexibles para la industria, cuya auditoría es organizada por esta misma, lo que posibilita el greenwashing; mientras que el ecodiseño, la durabilidad, la reparación o la reducción real de la producción no es obligatoria.
Para Viridiana Lázaro, campañista de Greenpeace México, esto es un golpe al medioambiente y consolida el “status quo” disfrazado de innovación verde: “Lamentamos mucho que la cámara de diputados haya ignorado a la ciudadanía y decidiera de manera expedita y discrecional aprobar en pleno la Ley General de Economía Circular, levantando profundas preocupaciones de los riesgos que conlleva”.
“En un país que genera más de 115 mil toneladas de residuos al día y donde casi el 90% de los sitios de disposición final son tiraderos a cielo abierto, es urgente actuar, necesitamos reducir los desechos, e implementar y fortalecer criterios como el rediseño de productos para ser reutilizables, durables y de buena calidad. Desde Greenpeace México reiteramos que no estamos de acuerdo con la aprobación de esta ley. Rechazamos esta ley que no está a la medida de la crisis ambiental y de salud pública actual y que solo es una simulación con etiqueta verde”, expuso la organización en un comunicado.



