Mujeres rurales, con bajos ingresos y sin posesión de tierras
El 64 por ciento de las mujeres rurales tienen bajos ingresos y del total de las personas dedicadas a labores agrícolas y que poseen tierras, solo el 15 por ciento son mujeres, estimó la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El Día Internacional de las Mujeres Rurales, sector que representa el 25 por ciento de la población mundial, se celebra el 15 de octubre de cada año, con el objetivo de destacar el papel fundamental de las mujeres y niñas rurales en los sistemas alimentarios de todo el mundo.
En México, la estimación es que el 24.4 por ciento de población femenina vive en localidades que son de consideradas como rurales, lo que equivale a que 16.3 millones de mujeres rurales.
ONU Mujeres, refiere que, de acuerdo con los datos del gobierno de México, los estados que concentran la mayor proporción de mujeres consideras como rurales están Oaxaca con el 53.8 por ciento, Chiapas con 52.6 por ciento e Hidalgo con 47.8 por ciento.
La celebración de las Mujeres Rurales se realiza justo un día antes del Día Mundial de la Alimentación y en México, los gobiernos de entidades como Quintana Roo, Sinaloa y Sonora, publicaron mensajes de felicitación.
Desde la producción de cultivos hasta el procesamiento, la preparación y la distribución de alimentos, el trabajo de las mujeres —tanto remunerado como no remunerado— alimenta a sus familias, comunidades y el mundo. Sin embargo, no ejercen el mismo poder que los hombres, por consiguiente, ganan menos dinero y experimentan una mayor seguridad alimentaria, señala la Organización de las Naciones Unidas.
Conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres rurales no solo es lo correcto, sino que es un ingrediente fundamental en la lucha contra la pobreza extrema, el hambre y la acción climática, reitera la ONU.
La Organización No Gubernamental (ONG) Educa, expuso que son ellas las que aseguran la mitad del sustento alimenticio planetario y las que custodian el medio ambiente y la biodiversidad. Como agricultoras han aprendido a hacer frente al cambio climático y adaptarse a él, por ejemplo, practicando una agricultura sostenible, cambiando al uso de semillas resistentes a la sequía o liderando iniciativas de reforestación y recuperación.
“Las mujeres campesinas e indígenas cuentan con una larga tradición de recolección y protección de las semillas, mejorando su diversidad y adaptabilidad”, anotó por su parte Vía Campesina.