Reforma energética limitará y encarecerá producción de CFE y Pemex
El Senado de la República aprobó devolver su carácter público a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad, lo que incrementará la crisis de ambas paraestatales y hará que la energía y gasolinas sean más caras, señalaron senadores.
Con 86 votos a favor y 39 en contra, el dictamen para reformar a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política y modificar la naturaleza jurídica de las empresas del Estado en materia energética, alcanzó la mayoría calificada que se requiere para su aprobación, por lo que fue enviada a las legislaturas estatales para su consideración.
Mario Vázquez Robles, miembro del Grupo Parlamentario del PAN, aseguró que la Reforma Energética aprobada por el Senado no es lo que requieren paraestatales que enfrentan deudas y pérdidas derivadas de su baja producción.
Compartió que Pemex enfrenta baja producción de petróleo y altos costos operativos, con deudas que superan los 90 mil millones de dólares, convirtiéndose en una de las empresas más endeudadas del mundo.
Por su parte, la CFE ha reportado pérdidas netas de 75 millones de pesos en el primer semestre del año, además de la ineficiencia en su administración.
“La conversión de las empresas productivas del Estado en Empresas Públicas carga aún más el costo de la corrupción y la mala gestión de Pemex y CFE en el bolsillo de todos los mexicanos”. Aseguró que se generará una sangría permanente en el presupuesto del país, alimentada por la crisis financiera actual y futura de Pemex y CFE.
“La economía básica nos dice que, a mayor oferta, menor precio, y con la reducción de la inversión, esto no será posible”, sin mencionar que las deficiencias en abasto de energía eléctrica ya afectan al sector productivo en nuestro país.
Vázquez Robles recordó que tan solo en Chihuahua los apagones son cada vez más frecuentes y las fluctuaciones en la tensión eléctrica dañan sistemas de bombeo, electrodomésticos, así como a la industria, comercio y la agricultura.
Además, estas reformas no impulsarán energías limpias ni eliminarán los métodos contaminantes de generación de energía, que contribuyen al cambio climático.
Senadores opinan sobre reforma energética
Por su parte, la senadora Imelda Sanmiguel Sánchez aseguró que la reforma representa una regresión en materia energética, ya que pretende “endosarle” a las y los mexicanos el déficit bajo el que operan Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad; es decir que, se comprometerá el futuro de las siguientes generaciones, “bajo el argumento nacionalista de la soberanía energética”.
Mely Romero Celis, del PRI, advirtió que Pemex y la CFE no tienen capacidad de generar los recursos necesarios para sostenerse sin colaboración de privados, por lo que “mucho menos podrán sostener la soberanía energética que se busca promover”; consideró, por tanto, que esta reforma únicamente “subsidia la ineficiencia” y es un “retroceso disfrazado de progreso”.
Virgilio Mendoza Amezcua, del PVEM, acusó que la reforma energética del 2013 dejó a ese sector “debilitado, endeudado y a merced de intereses económicos”, por lo que esta nueva enmienda permitirá corregir errores del pasado, impulsar todo el potencial de Pemex y la CFE, desarrollar el servicio de Internet y aprovechar el litio, todo ello en beneficio del pueblo.
Alberto Anaya Gutiérrez, del PT, rechazó que la enmienda cierre la colaboración de la iniciativa privada para resolver el problema energético del país: “las puertas, incluso, están abiertas para el capital extranjero”, añadió; no obstante, enfatizó que sí se garantizará que el Estado mexicano conduzca los sectores eléctrico y petrolero, pues no pueden depender de privados.
Por Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda Hoeflich calificó la enmienda de “regresiva, contaminante y obsoleta”, entre otros factores, por omitir la transición a combustibles limpios; en ese sentido, subrayó que, aunque la descarbonización de la energía tiene grandes desafíos y costos, es necesaria para contribuir a la salud pública, particularmente la de las futuras generaciones.
Con los cambios se elimina el concepto de “empresas productivas del Estado” y se reemplaza por el de “empresas públicas del Estado”.
La asamblea avaló el dictamen en lo general con 86 votos a favor de senadores de Morena, PVEM, PT y uno de Miguel Ángel Yunes Márquez, del PAN; 39 en contra de legisladores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, así como una abstención de la senadora Amalia García Medina, de Movimiento Ciudadano.
En lo particular, senadores de los grupos parlamentarios del PAN, PRI, PVEM y Movimiento Ciudadano presentaron reservas para modificar los tres artículos del dictamen, pero no fueron aceptadas por la asamblea.