Retroceso ambiental en la COP30; eliminan hojas de ruta sobre el clima y protección de los bosques

Retroceso ambiental en la COP30; eliminan hojas de ruta sobre el clima y protección de los bosques

La COP30 concluyó sin hojas de ruta accionables para poner fin a la destrucción de los bosques y la quema de combustibles fósiles, y sin planes de implementación real para rubros urgentes como la financiación justa.

La primera COP celebrada en la selva amazónica debería haber dado lugar a un plan de acción para poner fin a la destrucción de los bosques para 2030 y, dado que los planes de acción climática posteriores a 2035 se quedaron peligrosamente cortos, la COP30 también debería haber dado lugar a un Plan de Respuesta Global para cerrar la brecha de 1.5 °C, señaló la organización ambientalistas Greenpeace.

El último día de la COP se caracterizó por una objeción planteada por Colombia y otros países latinoamericanos sobre la falta de avances en la mitigación del cambio climático, lo que provocó la suspensión temporal de la sesión plenaria de clausura, antes de que se adoptaran formalmente los resultados de la COP30.

Para el caso de México, Viridiana Lázaro, campañista de Greenpeace México, señaló: “La falta de ambición de algunos países ha dejado un sentimiento de frustración en los resultados de la COP30. En un momento en el que el mundo necesita decisiones firmes y colaboración real, no se logró alcanzar el consenso que la emergencia climática requiere. Esta ausencia de acuerdos preocupa, porque cada retroceso o estancamiento tiene consecuencias directas para las personas y comunidades más vulnerables.

En el ámbito nacional, México da un paso importante al incluir por primera vez el desplazamiento climático como un eje prioritario dentro de sus NDCs. Este reconocimiento es un avance significativo frente a una realidad que ya afecta a miles de personas. Ahora, el desafío es traducir este compromiso en políticas públicas claras y efectivas. Confiamos en que este hito se convierta en acciones concretas y decididas, que permitan fortalecer la adaptación climática y proteger a quienes ya enfrentan los impactos más duros del cambio climático”, concluyó.

Carolina Pasquali, directora ejecutiva de Greenpeace Brasil, afirmó que “este débil resultado no hace justicia a todo lo demás que ocurrió en Belém. La mayor participación indígena en una COP sobre el clima, pero también las marchas y protestas organizadas en el exterior, condujeron a la demarcación de 14 territorios, cuatro de ellos en la fase final del proceso, lo que garantizó más de 2.4 millones de hectáreas de tierra para sus pueblos originarios en Brasil”.

Jasper Inventor, subdirector de programas de Greenpeace Internacional, afirmó que “la COP30 comenzó con gran ambición, pero terminó con una gran decepción. Era el momento de pasar de las negociaciones a la implementación, y se perdió la oportunidad”.

Tracy Carty, experta en política climática de Greenpeace Internacional, criticó el débil liderazgo de los países del G20 —especialmente los desarrollados— y la fuerte influencia de los intereses de los combustibles fósiles, industria que logró eludir una hoja de ruta para su eliminación gradual.

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