
15 de septiembre, Día Mundial del Linfoma
El 15 de septiembre se celebra el Día Mundial del Linfoma, padecimiento del que cerca de 1000 personas son diagnosticadas cada día y que es el sexto cáncer más común en México.
Después del tumor de mama, cérvicouterino, pulmón, próstata y colon, en México se ubica el linfoma.
Desde 2004 este día se conmemora con el objetivo de llamar la atención sobre los cánceres del sistema linfático y en especial mejorar el conocimiento de la sociedad sobre la enfermedad que afecta a más de un millón de personas en el mundo.
Los linfomas son de causas desconocidas, son muy complejos ya que existen más de 45 subtipos, de los cuales 42 tipos se agrupan en: linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodking.
Del linfoma de Hodgkin existen cuatro subtipos, el más frecuente se conoce como esclerosis nodular. Del linfoma no Hodgkin hay 38 subtipos, los más frecuentes son el linfoma difuso de células grandes que afecta a niñas, niños y jóvenes, y el linfoma folicular que es más recurrente en personas mayores de 60 años.
Son un tipo de cáncer que se origina en el tejido linfático. Afecta a las células inmunes llamadas linfocitos, un tipo de glóbulo blanco. Durante el desarrollo de esta enfermedad se produce una merma en el funcionamiento del sistema inmune.

Síntomas
Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo de linfoma, de la zona del cuerpo que esté siendo más afectada y de la velocidad de crecimiento que tenga.
Los más comunes son: sudores nocturnos; fiebres y escalofríos intermitentes; picazón; inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello, las axilas, ingle, etcétera; pérdida de peso; tos o dificultad para respirar; hinchazón o dolor abdominal; fatiga y anemia.
Los síntomas que presenta el paciente de linfoma, destacan el crecimiento de uno o varios grupos de ganglios en el cuello, axilas o ingle, que pueden acompañarse con pérdida notoria de peso, sudoración excesiva y fiebre, habitualmente por la tarde o noche.
Adicional a ello, se pueden presentar síntomas propios de los órganos que afecta. Por ejemplo, si aparece en el pulmón se manifiesta con tos con sangre o falta de aire; si se desarrolla en el canal raquídeo causa dolor y afecta los nervios; si es gástrico, provoca sangrado de estómago. También puede dañar bazo y amígdalas La mayoría de los linfomas se tratan con quimioterapia de combinación.
El diagnóstico oportuno es fundamental para la curación de las y los pacientes, ya que 98 por ciento de los linfomas que se detectan en etapa inicial identificada como uno, son curables. En la etapa dos, 80 por ciento; en la etapa tres, entre 70 y 75 por ciento; y en la cuatro, inferior a 50 por ciento.
El tratamiento, aunque es costoso y prolongado, permite que sea potencialmente curable.
