
18 de septiembre, Día Mundial de la Quiropraxia
El 18 de septiembre se celebra el día Mundial de la Quiropraxia, para visibilizar esta disciplina sanitaria que se ocupa de la detección, corrección y prevención de las alteraciones del sistema neuro-músculo-esquelético.
La quiropraxia se ocupa especialmente de los desequilibrios de la columna vertebral que afectan al funcionamiento del sistema nervioso, del cuerpo y de la salud en general.
Los quiroprácticos están especializados en el sistema nervioso, cuando una vértebra no está en la posición en la que debería estar, se produce una interferencia con el sistema nervioso.
Ya que los nervios que salen de entre las vértebras se ven afectados, produciendo una alteración en su funcionamiento y problemas a largo plazo.
Los quiroprácticos utilizan técnicas manuales para ajustar y alinear la columna vertebral, lo que puede eliminar el dolor, mejorar la movilidad y promover el bienestar general.
Beneficios clave de la Quiropráctica
Elimina el dolor: La quiropráctica es eficaz para la eliminación o el alivio del dolor en la espalda, cuello, articulaciones y más, siempre sin el uso de medicamentos.
Mejora de la postura: Los ajustes quiroprácticos pueden ayudar a corregir problemas de postura, lo que a su vez puede prevenir futuros dolores y lesiones.
Mejora la función del sistema nervioso: Los ajustes quiroprácticos aplicados en la columna vertebral pueden liberar la presión sobre los nervios, lo que mejora la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.
Mejora la calidad de vida: La quiropráctica no solo alivia el dolor, sino que también promueve un estado general de bienestar, lo que te permite disfrutar de la vida al máximo.
Cómo mantener tu columna vertebral saludable
Mantén una buena postura: Presta atención a tu postura mientras trabajas, caminas o te sientas. Evita encorvar los hombros y asegúrate de que tu espalda esté recta.
Haz ejercicio regularmente: Fortalecer los músculos que rodean la columna vertebral puede ayudar a mantenerla estable y saludable.
Ergonomía en el trabajo: Asegúrate de que tu espacio de trabajo esté configurado de manera ergonómica para evitar tensiones innecesarias en la espalda y el cuello.
Cuida tu colchón y almohada: Un colchón y una almohada de calidad pueden marcar la diferencia en la salud de tu espalda.