24 de septiembre, Día Mundial del Cáncer de Tiroides

24 de septiembre, Día Mundial del Cáncer de Tiroides

El 24 de septiembre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Tiroides, una proliferación de células que comienza en la glándula tiroidea, neoplasia que en México ocupa el cuarto lugar en incidencia y el tercero en mujeres, después del cáncer de mama y cervicouterino.

De acuerdo al Instituto Nacional de Cancerología, la incidencia anual de este padecimiento es de alrededor de 11,400 casos nuevos al año.

La enfermedad puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente en la mujer con una prevalencia 3 o 4 veces superior al del hombre, lo cual está estrechamente vinculado a los cambios hormonales que sufre la mujer durante toda su vida.

El cáncer de tiroides se manifiesta por alteraciones en la glándula tiroides, una glándula en forma de mariposa que se encuentra en la base del cuello, en donde aparecen nódulos o pequeños tumores, que, en la mayoría de los casos, resultan benignos.

Sin embargo, hay personas que pueden presentar abultamientos que pueden ser cancerígenos debido a que en su interior hay poca presencia de un líquido llamado coloide, que causa el endurecimiento de los nódulos, que luego se trasforman en adenomas y, de no ser tratados a tiempo, pueden extenderse a otros tejidos y órganos del cuerpo.

De ahí la importancia de que las personas sean diagnosticadas a tiempo y, en caso de presentar algún tipo de anomalía, ser debidamente tratadas para de esta forma evitar futuras complicaciones.

Los pacientes también pueden registrar nódulos tiroideos, los cuales no representan ningún peligro, siempre y cuando los mismos no sufran ningún tipo de variación o que la persona comience a manifestar síntomas como dolor, inflamación, problemas al tragar, ronquera permanente, etcétera.

Es importante tener en cuenta, que pueden existir algunos factores de riesgo, como la edad del paciente, el sexo, exposición a las radiaciones, antecedentes familiares y algunos factores externos como son la mala alimentación, el cigarrillo, el alcohol, las drogas y el uso de ciertos fármacos.

La buena noticia para muchas mujeres y pacientes con esta enfermedad, es que la esperanza de vida con una detección temprana, es bastante alta. Con un diagnóstico preciso, seguido de un tratamiento y un control sistemático por parte del médico y los especialistas, pueden garantizar una vida sana y un futuro prometedor.

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