10 de septiembre, Día Mundial de Prevención del suicidio

10 de septiembre, Día Mundial de Prevención del suicidio

El suicidio es un grave problema de salud pública, que causa la muerte de más de 720.000 personas al año en todo el mundo, con profundas consecuencias sociales, emocionales y económicas.

El lema del Día Mundial de la Prevención del Suicidio 2024-2026, “Cambiar la narrativa”, tiene como objetivo derribar barreras, como el estigma, crear conciencia y crear una cultura de comprensión y apoyo para prevenir el suicidio, expuso la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP por sus siglas en inglés).

Todos, individuos, comunidades, organizaciones y gobiernos tienen un papel importante que desempeñar para cambiar la narrativa sobre el suicidio, indicó la organización.

Datos y cifras

De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, más de 720 000 personas fallecen por suicidio.

El suicidio es la tercera causa de defunción entre las personas de 15 a 29 años.

El 73% de los suicidios ocurren en países de ingresos bajos y medianos.

Las causas del suicidio son múltiples, ya que incluyen factores sociales, culturales, biológicos, psicológicos y ambientales presentes a lo largo de la vida.

Por cada suicidio, muchas más personas intentan suicidarse. En la población general, un intento previo es un importante factor de riesgo de suicidio.

Grupos de riesgo

En los países de ingresos altos se ha demostrado la relación entre el suicidio y los trastornos mentales, en particular, la depresión y los trastornos por consumo de alcohol, si bien el principal factor de riesgo es, con diferencia, un intento previo de suicidio, anotó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, muchos casos ocurren de forma impulsiva en situaciones de crisis, cuando la persona no se siente capaz de enfrentar factores muy estresantes, como problemas económicos, conflictos de pareja y enfermedades o dolores crónicos.

Además, es un hecho probado que vivir bajo guerras, desastres naturales, sufrir violencia, abusos o la pérdida de un ser querido, o sentirse aislado también son factores que pueden inducir conductas suicidas. Las tasas de suicidio también son elevadas entre los grupos vulnerables y discriminados, como los refugiados y migrantes, los pueblos indígenas, el colectivo LGTBI y los reclusos.

Prevención y control

Es posible prevenir los suicidios mediante intervenciones a nivel social, grupal e individual. La OMS ha elaborado una guía para prevenir el suicidio denominada Vivir la vida en la que se recomiendan las siguientes intervenciones de eficacia demostrada que se basan en la evidencia:

Restringir el acceso a los medios utilizados para suicidarse (por ejemplo, plaguicidas, armas de fuego y ciertos medicamentos).

Educar a los medios de comunicación para que informen con responsabilidad sobre el suicidio;

Fomentar aptitudes socioemocionales en los adolescentes.

Y detectar a tiempo, evaluar y tratar a las personas con conductas suicidas, además de hacerles un seguimiento.

Estas medidas se deben acompañar de intervenciones básicas como el análisis de la situación, la colaboración multisectorial, la sensibilización, la creación de capacidad, la financiación, la vigilancia, y el seguimiento y la evaluación.

La prevención del suicidio es más eficaz cuando colaboran varios sectores de la sociedad, como los de la salud, la educación, el empleo, la agricultura y la ganadería, la empresa, la justicia, el derecho, las fuerzas del orden, la política y los medios de comunicación. Estas actividades deben ser amplias e integrales, ya que ningún enfoque puede atajar por sí solo un problema en el que influyen tantos factores.

Tabús y estigmatización

La estigmatización, especialmente en torno a los trastornos mentales y el suicidio, disuade de buscar ayuda a muchas personas que piensan en quitarse la vida o tratan de hacerlo y, por lo tanto, les impide recibir la ayuda que necesitan.

La prevención del suicidio no se ha abordado debidamente a causa de la falta de sensibilización sobre su importancia para la salud pública y del tabú existente en muchas sociedades que impide hablar abiertamente sobre este tema.

Hasta la fecha, solo unos pocos países han incluido la prevención del suicidio entre las prioridades de sus políticas de salud y solo 38 han notificado que cuentan con una estrategia nacional específica de prevención.

Es importante aumentar la sensibilidad de la sociedad y superar los tabús para que los países avancen en la prevención del suicidio.

Suicidio en México

En México, la tasa de suicidios en el periodo de 2020 a 2023 pasó de 6.2 (por cada 100,000 personas) en el año 2020 a 6.8 en 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI),

Las últimas estadísticas revelan que en 2020 el número de fallecimientos por suicidio fue de 7,818, en 2021 fue de 8,351, en 2022 pasó a 8,123 y en 2023, se registraron 8,837 fallecimientos por dicha causa (81.1% hombres y 18.9% mujeres).

De acuerdo con la misma fuente, se observa que los suicidios se presentan más en hombres que en mujeres: en 2020 la tasa de suicidios en hombres fue de 10.5, mientras que en las mujeres fue de 2.2; en 2021, la tasa en hombres fue de 11.0 y para las mujeres fue de 2.4; en 2022, en los hombres la tasa fue de 10.7 y en las mujeres fue de 2.3.

En el 2023 la tasa de suicidios en hombres fue más alta que en los tres años previos con 11.4, y en las mujeres fue de 2.5.

Cabe señalar que el grupo de edad en el que más se presentan estos fallecimientos es en adultos, entre los 20 y 39 años. Particularmente, en el año de 2023, se observó un porcentaje alto en mujeres de entre 15 y 19 años, sin embargo, la mayoría de suicidios en ese año, se presentó en personas entre 20 y 34 años.

De acuerdo con la misma fuente, por entidad federativa, en 2020 la tasa más alta se observó en Chihuahua (14) (por cada 100, 000 habitantes), seguido de Aguascalientes (11.1) y Yucatán (10.2). En 2023, las tasas más altas se ubicaron en Chihuahua (15.0), Yucatán (14.3), Campeche y Aguascalientes.

En cuanto a las formas que las personas utilizan para cometer suicidio, se observa que suelen recurrir con mayor frecuencia al ahorcamiento y al disparo con arma de fuego.

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