
16 de septiembre, Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono
En 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 16 de septiembre Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, con la finalidad de concientizar sobre la necesidad de preservar la capa que nos protege de los efectos negativos de los rayos solares.
La capa de ozono se encuentra a unos 15 km hasta 50 km de la superficie del planeta, en una región conocida como la estratósfera. Es una capa gaseosa que rodea la Tierra y está constituida por ozono estratosférico en forma de gas (O3). Ésta forma parte de la atmósfera, una capa que funciona como una cubierta térmica evitando que se congele y se sobrecaliente el planeta.
El origen de la capa de ozono se remonta al propio origen de la Tierra; empieza a formarse hace aproximadamente 400 millones de años y es la región del planeta encargada de proteger del 99% de la radiación ultravioleta de tipo b, que consta de longitudes de onda entre los 280 y 315 nm, que son perjudiciales para la vida en el planeta.
Hace cuarenta años, las naciones se reunieron en el marco del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono y acordaron adoptar las medidas adecuadas para proteger a las personas y al planeta de la radiación ultravioleta nociva que atraviesa una capa de ozono que podría estar dañada.
Entonces se adoptó el Protocolo de Montreal y se comenzó a eliminar gradualmente los clorofluorocarbonos —sustancias químicas artificiales utilizadas en la refrigeración, los aerosoles y la producción de espuma—, con lo que se puso en marcha la recuperación de la capa de ozono.
El Protocolo de Montreal y el Convenio de Viena siguen siendo cruciales para supervisar los niveles de ozono y radiación ultravioleta, así como las sustancias que agotan la capa de ozono y otras sustancias químicas, como los hidrofluorocarbonos (gases de efecto invernadero), que se están eliminando gradualmente en virtud de la Enmienda de Kigali.