Hospital de Salud Mental Tijuana advierte sobre consecuencias de abuso sexual en menores de edad
Diana Pazos, coordinadora de hospitalización de infantes y adolescentes del Hospital de Salud Mental de Tijuana, informó que las niñas, niños y adolescentes que son víctimas de abuso sexual suelen desarrollar diferentes trastornos, estos pueden observarse de inmediato y hasta dos años después de la agresión.
La especialista mencionó que hasta el 87 por ciento de las víctimas pueden presentar trastornos de estrés postraumático, depresión o ansiedad. También, se puede observar un bajo rendimiento escolar y dificultad para relacionarse socialmente; como adultos suelen optar por el consumo de alcohol o drogas, y por la revictimización, situación que los expone a nuevos abusos sexuales.
En la actualidad, la mayoría de víctimas son mujeres. Del total de pacientes mujeres que ingresan al hospital, alrededor del 70 por ciento sufrieron abuso sexual en algún momento de su vida. El abuso sexual no sólo consiste en el tocamiento o la penetración (violación), sino también cuando un menor es expuesto a ver pornografía o los genitales del agresor.
Atender a un menor de edad que es víctima de abuso sexual puede ser un tema complicado, explicó, ya que en muchas ocasiones el abusador en una persona cercana a la víctima y se proyecta ante los demás como alguien de respeto, esto genera que las víctimas no hablen sobre la agresión que viven.
Pazos recomendó que las familias opten por la prevención, que hablen con los hijos sobre establecer límites y que las demás personas deben respetar cuando la respuesta es “no”. Asimismo, generar confianza para que, cuando un menor de edad sea víctima de abuso sexual lo denuncie.
“Muchas veces por vergüenza o porque se conoce a la persona no se quiere hacer algo legalmente o por todo lo que implica el proceso legal, pero cuando no se reporta se deja expuesto a otros niños y niñas a que sean abusados por esa persona”, indicó la psicóloga.
Además de la denuncia ante las autoridades, indicó que es importante iniciar un proceso terapéutico para ayudar a la niña, niño o adolescente a sanar las heridas emocionales que el suceso dejó.