Hoy celebramos el “Día Internacional de la Biodiversidad”
Este 22 de mayo se celebra el Día Internacional de la Biodiversidad, bajo el lema “Armonía con la naturaleza y desarrollo sostenible”, y nos recuerda que la biodiversidad es esencial para la vida en la Tierra y que debemos tomar medidas urgentes para protegerla.
Al día de hoy, la biodiversidad enfrenta a serias amenazas y pesar de nuestros avances tecnológicos, seguimos dependiendo de la naturaleza para cosas esenciales como el agua, la comida, los medicamentos, la ropa, la energía y mucho más.
Dada la importancia de la educación y la conciencia públicas sobre esta amenaza, las Naciones Unidas decidieron proclamar la celebración del Día Internacional de la Biodiversidad cada año.
La fecha nos recuerda que la explotación sin restricciones de la vida silvestre ha llevado a la desaparición de muchas especies animales a un ritmo alarmante, destruyendo la diversidad biológica de la Tierra.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la actividad humana ha alterado el medio ambiente terrestre en un 75% y el marino en un 66%, a causa de ello, un millón de especies de animales y vegetales están en peligro de extinción.
Además, el cambio climático está produciendo numerosos efectos en nuestro planeta, como el aumento de las temperaturas a través del calentamiento global, la pérdida de hielo en los polos, con el consiguiente aumento del nivel del mar y fuertes fenómenos meteorológicos como los huracanes.
El cambio climático está influyendo negativamente a muchas especies cuya supervivencia se está viendo comprometida, es decir, está afectando a la biodiversidad del planeta.
Cuando los ecosistemas se dañan, los humanos tienen contacto, cada vez más directo, con la fauna silvestre, permitiendo que los patógenos de la vida silvestre se extiendan al ganado y a los humanos.
Para evitar la aparición de nuevas enfermedades transmisibles entre el ser humano y los animales, o bien, la extinción de animales o recursos naturales es importante que la población haga conciencia sobre la importancia de la biodiversidad en nuestro planeta, acción que tendrá repercusiones para las generaciones presentes y futuras.
La educación y concientización sobre la amenaza que sufre la biodiversidad ha sido motivo para que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) haya proclamado el Día Internacional de la Biodiversidad cada 22 de mayo.
En diciembre de 2022, el mundo acordó el Plan de Biodiversidad con 23 metas para 2030 y 4 objetivos mundiales para 2050, con el fin de detener y revertir la pérdida de la naturaleza en 25 años.
Entre los elementos clave del marco se encuentran: restaurar el 30% de los ecosistemas, reducir a la mitad los desechos de alimentos e invertir al menos 200.000 millones anuales en estrategias que beneficien a la biodiversidad. En 2025 quedan solo cinco años para cumplir las metas próximas del Plan de Biodiversidad como los ODS.
Si la biodiversidad sufre, la humanidad también
Se entiende por biodiversidad la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos existentes, pero también incluye las diferencias genéticas dentro de cada especie -por ejemplo, entre las variedades de cultivos y las razas de ganado-, así como la variedad de ecosistemas (lagos, bosques, desiertos, campos agrarios,…) que albergan múltiples interacciones entre sus miembros (humanos, plantas, animales) y su entorno (agua, aire, suelo…)
Los recursos biológicos son los pilares que sustentan las civilizaciones. Los peces proporcionan el 20% de las proteínas animales a unos 3 000 millones de personas. Más del 80% de la dieta humana está basada en plantas y, aproximadamente, el 80% de las personas que viven en las zonas rurales de países en desarrollo dependen de medicamentos tradicionales obtenidos de la vegetación de su entorno.
Los bosques, amenazados por la deforestación, así como otros ecosistemas, son de vital importancia para sustentar la vida en la Tierra y juegan un papel importante en la lucha contra el cambio climático.
La salud de nuestro planeta también juega un papel importante en la aparición de enfermedades transmisibles entre animales y humanos. A medida que continuamos invadiendo ecosistemas frágiles, nos ponemos en contacto cada vez mayor con la fauna silvestre, lo que permite que los patógenos de la vida silvestre se extiendan al ganado y a los humanos.
Si bien cada vez somos más conscientes de que la diversidad biológica es un bien mundial de gran valor para las generaciones presentes y futuras, el número de especies y ecosistemas disminuyen a un ritmo acelerado debido a la actividad humana.