Repensar los humedales: políticas públicas con raíz biocultural
Los humedales han sido sistemáticamente degradados, drenados o ignorados en el modelo de desarrollo dominante, señaló Lidia Ivonne Blásquez Martínez, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Lerma.
Recordó que los humedales no son solo cuerpos de agua: son ecosistemas vivos que almacenan memorias, sostienen comunidades y regulan el equilibrio ecológico del planeta.
“Los humedales no son espacios vacíos, son territorios vividos”, recalcó Blásquez, al tiempo que denunció la visión tecnocrática de las políticas públicas, lo cual ha dejado fuera la dimensión humana de los ecosistemas.
Al no reconocer la cosmovisión, el conocimiento local y las prácticas ancestrales, se crean políticas ineficientes, sin legitimidad ni resultados sostenibles, expuso durante la conferencia Perspectiva Biocultural para la Formulación de Instrumentos de Política Pública Ambiental en Humedales, presentada durante el Seminario Permanente para el Desarrollo Sustentable -organizado por el Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C.
Por lo que propuso una gobernanza ambiental basada en el conocimiento local y la co-gestión territorial, como respuesta a la pérdida crítica de humedales en México y la crisis ecológica.
La especialista señaló cómo el desprecio histórico hacia los humedales ha provocado su pérdida acelerada: en México, más de 6.9 millones de hectáreas se han perdido, afectando la disponibilidad de agua, la biodiversidad y la resiliencia frente al cambio climático.
“No se puede gestionar un ecosistema sin conocer la relación que las personas tienen con él”, enfatizó.
También destacó la cartografía participativa como herramienta para mapear no solo los elementos ecológicos, sino también los vínculos afectivos, culturales y económicos que dan sentido al lugar. Con estos insumos, es posible construir instrumentos de política ambiental con pertinencia ecológica y cultural.
Blásquez propuso un cambio profundo en el modelo de gobernanza ambiental: pasar de la gestión centralizada a la co-gestión territorial, donde los distintos actores -Estado, comunidad, empresa, academia- se reconozcan como corresponsables.
