La economía circular en la industria química: un reto para la sustentabilidad
La economía circular en la industria química: un reto para la sustentabilidad
La industria química en México representa el 7% del PIB manufacturero y emplea a más de 400,000 personas, pero también es responsable de cerca del 20% de las emisiones industriales nacionales, por lo que conciliar el modelo productivo lineal con los principios de la economía circular representa todo un reto.
Así lo consideró Luis Gerardo Domínguez, subdirector del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C., al destacar la necesidad que tiene México para adaptar y escalar soluciones sostenibles frente a la industria química en el marco de la economía circular, tales como iniciativas que presentan países de Alemania y Japón.
En la conferencia La aplicación de la economía circular en la industria química, retos y oportunidades, Alfonso Flores expresó que el modelo lineal de extracción-producción-consumo genera anualmente más de 300 millones de toneladas de residuos industriales en México, de los cuales solo el 12% es reciclado efectivamente.
“A nivel global, la industria química representa el 25% del consumo energético industrial y el 30% de la generación de residuos peligrosos” comentó.
Frente a ello, el Stockholm Resilience Centre alerta que ya hemos superado límites planetarios, incluida la contaminación química, lo que coloca a esta industria en el centro de la crisis ambiental.
Basándose en el Informe de Sustentabilidad 2024 de la ANIQ, señaló que únicamente el 18% de las materias primas usadas por la industria química mexicana provienen de fuentes renovables o recicladas, mientras que el 82% sigue siendo de origen fósil.
La tasa de reciclaje de plásticos ronda el 15%, muy por debajo de países líderes donde supera el 40%. Además, aunque el 60% de las plantas químicas reportan mejoras en ecoeficiencia, apenas un 10% ha implementado procesos con diseño molecular para minimizar residuos y toxicidad. Esto demuestra que la circularidad real es todavía una excepción y no una práctica generalizada.

Por su parte, el director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX), José Carmelo Zavala, subrayó que la economía circular no debe reducirse únicamente al reciclaje o al manejo de residuos.
Aunque el tratamiento de desechos representa un reto importante, la economía circular comienza mucho antes: desde el diseño de productos con enfoque en el posconsumo, considerando su reparación, reutilización, remanufactura y recuperación de partes para extender su ciclo de vida. Estas etapas son fundamentales para evitar que los productos lleguen prematuramente a convertirse en residuos.
“Centrarse únicamente en el reciclaje puede ser una trampa, ya que perpetúa el actual modelo de producción y consumo”, apuntó.
Actualmente, menos del 20% de la producción química mexicana cumple con criterios reales de circularidad, lo que pone en evidencia la urgencia de un giro estructural que modifique no solo procesos, sino también modelos de negocio y cultura empresarial, concluyó.
